No todas las bicicletas son buenas para el cicloturismo.
Las de carretera son más ligeras, pero su estructura es frágil, difícilmente soportarían el peso de las alforjas o la dureza del viaje, y ni siquiera están preparadas para instalar una baca.
Las de montaña están más preparadas para un viaje así, pero son más pesadas.
Quizás la opción más adecuada sea una bicicleta híbrida, a medio camino entre bicicleta de carretera y de montaña, pero depende del viaje. Si es realmente duro y no sabes cuánto vas ir por carretera de tierra, no te arriesgues y elige la de montaña.
No se debe confundir una bicicleta híbrida con una de paseo, ambas son una opción intermedia pero varía la postura del ciclista sobre ella. En la de paseo el ciclista va erguido con todo el peso sobre el sillín. Es cómoda y está bien para dar una vuelta o un viaje urbano, pero no es ergonómica para esforzarse y cuando pases 6 horas en ella no podrás volver a sentarte. Lo propio es ir un poquito inclinado adelante, apoyando parte del peso en las manos. Ese reparto más adecuado del peso te lo ofrece una híbrida convencional. Sin embargo no siempre es fácil alquilar o comprar una en un país extranjero. Es un segmento que en la actualidad no tiene mucho mercado, por eso solo la hemos recurrido a ellas cuando hemos llevado la nuestra, o en alguna extraña ocasión en la que hemos alquilado y había disponibles (país europeo). Por lo general si las compramos serán de montaña.
Algunas marcas de bicicletas ofrecen un modelo especírico para la práctica del cicloturismo. Se trata de una bicicleta de carretera con una estructura reforzada, una rueda algo más ancha y todos los perendengues necesarios para el viaje. Cuestan caras.
Comprar, alquilar o llevar?
Aceptemos el hecho de que tu bici es la mejor del mundo. Estas hecho a ella y, de ser posible, la llevarías a todas partes. Sin embargo, llevarla no siempre es posible, y muchas veces tenemos que adaptarnos al lugar visitado.
Si vamos a hacer un circuito circular por Europa, por países con gran tradición ciclista (Dinamarca, Alemania, Bélgica) lo más cómodo es alquilar. Dejas la bici en el sitio en el que cogiste. Pero si hay vuelo directo… te entran las dudas. Puedes llevar tu bici. Dejas la caja en el hotel y a la vuelta te alojas en el mismo sitio. La empaquetas de nuevo y listo.
Si vas a Europa pero es ruta lineal, entrando por un sitio y saliendo por otro, ya no es tan fácil alquilar (salvo en el Danubio) pues pocas empresas van a recoger las bicis a una ciudad o país diferente. Entonces… si hay vuelo directo para la entrada y la salida, mejor llevas la tuya. Tiene el inconveniente del empaquetado. A la ida no es problema pero a la vuelta puede resultar complicado (ver sección de empaquetado).
El trayecto por vuelo suele costar 75 euros como equipaje especial, y hay que reservarlo con tiempo.
Si vas fuera de Europa, a un país poco avanzado, lo mejor es comprar. E incluso para comprar existen varias opciones: si es un país en el que difícilmente vas a poder comprar una bici (como en Cuba), mejor la llevas desde casa y luego la dejas allí, la regalas o la vendes. Tiene la ventaja de que compras la bici cerca de casa, en tu tienda de confianza, y entrenas con ella antes del viaje. Pero si tienes la posibilidad de comprarla allí… no lo dudes. Es lo maís cómodo, y luego la regalas, la vendes… lo que tu quieras (ésta fue la opción que nos pareció más adecuada en la India). Te sorprenderías de la cantidad de ciudades en las que las que Decathlon tiene tienda (Lista de países). Eliges la bici en el Decathlon que hay cerca de casa y, a través de su web (decathlon.es), les escribes y la reservas para el día de tu llegada. Lo bueno de Decathlon es que tiene un stock muy amplio y aunque seais un grupo no vais a tener problemas. Del aeropuerto vas en taxi a la tienda y compras exáctamente la misma bici que viste en el Decathlon cerca de casa.
